domingo, 27 de julio de 2008

Intencionalidad del encuentro académico







Generar procesos de reflexión en torno a las innovaciones educativas desde varias posturas, identificando teorías, concepciones y prácticas que alrededor de las mismas, se han gestado en el escenario educativo.





CONDUCTA DE ENTRADA

"La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma en torno al ser."
Platón

Utilizaremos este recurso de la Web 2.0 como mediador pedagógico, que nos ofrece este espacio para la construcción del conocimientos y la adquisición de aprendizajes significativos.

Iniciaremos con la conducta de entrada: La presentación del estudiante, sus experiencias previas, su percepción frente al curso, sugerencias de otros temas que se puedan incluir en el aprendizaje del curso, su tiempo de dedicación a la formación, sus métodos de estudio, sus expectativas.

PARA REFLEXIONAR... EL NIÑO

Había una vez, un niño que iba al colegio. Era un niño muy pequeño y la escuela era muy grande. Pero, cuando el niño vio que podía entrar a su aula directamente desde la puerta principal, se sintió feliz. Y la escuela ya no le pareció tan grande.Una mañana, la maestra, dijo: —“Hoy vamos a hacer un dibujo”-. ¡Qué bueno! pensó el niño. Le gustaba hacer dibujos. Podía dibujar de todo: Leones y tigres, pollos y vacas, trenes y barcos... Sacó su caja de crayones y empezó a dibujar.
Pero, la maestra dijo: “Esperen, no empiecen todavía” Y, el niño espero a que los demás estuvieran listos.
—“Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar flores”
—Qué bueno, pensó el niño. Le gustaba hacer flores y empezó a hacer unas flores lindísimas, rojas, naranjas y azules.
Pero la maestra dijo, —“Esperen, yo les mostraré cómo”-. Y dibujó una flor en el pizarrón. Era roja, con el tallo verde.— “Listo, dijo la maestra, ahora pueden empezar.
El niño miró la flor de la maestra. Después miró su propia flor. Le gustaba más la suya que la de la maestra. Pero no lo dijo. Simplemente, dio vuelta la hoja y dibujó una flor.
Era una flor roja, con el tallo verde...Otro día, cuando el niño ya había abierto la puerta de su clase, el sólito, la maestra dijo: —“Hoy vamos a hacer algo con plastilina”.
—“Qué bien”, pensó el niño. Le gustaba la plastilina. Podía hacer de todo: viboritas, muñecos de nieve, elefantes, ratones, autos, camiones...
Empezó a apretar y a tironear su bola de plastilina. Pero, la maestra dijo, —“Esperen, no empiecen todavía. Y el niño, esperó hasta que todos estuviesen listos.
— “Ahora, dijo la maestra, vamos a hacer un plato.”
— “Qué bueno”, pensó el niño. Le gustaba hacer platos. Empezó a hacer platos de todas las formas y de todos los tamaños.
— “Esperen, dijo la maestra, yo les mostraré cómo”. Y les mostró a todos cómo hacer un plato hondo.
— “Listo, dijo la maestra, ahora pueden empezar.”
El niño miró el plato de la maestra. Después miró los suyos. Le gustaban más los suyos que el de la maestra, pero no lo dijo. Simplemente, volvió a formar una bola con su plastilina e hizo un plato como el de la maestra. Era un plato hondo.Muy pronto, el niño aprendió a esperar y a observar; a hacer las cosas como su maestra y muy pronto, dejó de hacer las cosas solo... Al tiempo, el niño y su familia se mudaron a otra casa, en otra ciudad y el niño tuvo que ir a otra escuela.Esta escuela era más grande que la otra y no había una puerta directa hasta su clase. Tenía que subir unas escaleras muy altas y caminar por un corredor muy largo, hasta llegar a su aula. El primer día de clases en la nueva escuela, la maestra dijo: - “Hoy vamos a hacer un dibujo”.
— “Qué bueno”, pensó el niño. Y esperó a que la maestra le dijera que tenía que hacer. Pero la maestra no dijo nada, sólo caminaba por el aula.
— Cuando llegó hasta el niño, le preguntó: — “¿No te gusta dibujar?”.
— “Sí, dijo el niño, ¿qué tengo que dibujar?”.
— “No lo sé, hasta que no lo hagas”, dijo la maestra.
— “Pero, ¿cómo lo hago?”, preguntó el niño.
— “Bueno, como quieras”, dijo la maestra.
— “Y, ¿de qué color?, preguntó el niño. — “Cualquier color, dijo la maestra, si todos hicieran el mismo dibujo y usaran los mismos colores, ¿cómo sabría quién hizo cada cosa y cuál es cuál?”:
— “No lo sé”, dijo el niño. Y empezó a dibujar flores rojas, naranjas y azules y leones y tigres y pollos y vacas y trenes y barcos...Le gustaba la nueva escuela, pese a que no tenía una puerta directa a su clase.
Adaptación del cuento “EL NIÑO” de Helen Buckley


El ejercicio consiste en relacionar los contenidos del curso con la anécdota anterior. ¿Qué preguntas hace y respuestas da, relacionando los contenidos del curso con la trama de la historia? Sugiera otros temas para trabajar en el desarrollo del curso.

!Adelante!

Luzmaye